Una noche el señor G. soñó que era un piso. Un lustroso piso de parquets.
A la noche siguiente el señor G. soñó que era una cucaracha que merodeaba por un lustroso piso de parquets. A la tercera noche el señor G. soñó que era el señor G. que aplastaba una cucaracha sobre un lustroso piso de parquets.
Ya a la cuarta noche el señor G. no despertó más.
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